GOBERNANZA PARTICIPATIVA Y CUSTODIA MARINA
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Las comunidades poseen una gran cantidad de conocimientos valiosos sobre su entorno local. Son testigos de los cambios de primera mano, comprenden las prácticas tradicionales, ven los problemas desde el principio y pueden sugerir, priorizar e implementar soluciones para resolverlos.
Vemos claramente que cuando las comunidades participan en la toma de decisiones y la acción, los resultados son impresionantes. Asumir la responsabilidad de proteger el entorno marino fomenta prácticas y soluciones sostenibles que abordan de forma mucho más eficaz necesidades locales específicas, están culturalmente alineadas y, con el tiempo, pueden ser transmitidas a las nuevas generaciones, lo que resulta en un cambio positivo duradero.
Al trabajar juntas y emprender acciones colectivas, las comunidades pueden lograr lo que los individuos y las ONG no pueden conseguir por sí solos. En Mallorca esto ya está pasando en las zonas de Andratx y Pollença, sobre las que podréis leer más en las siguientes páginas.
La comunidad es el corazón y el alma de los proyectos Sa Dragonera Blava y U Nord Blau, los cuales brindan esperanzadores ejemplos del valor que tiene la participación comunitaria en la creación de la conciencia ambiental colectiva. Estos dos proyectos demuestran que podemos impulsar cambios positivos a través de la toma de decisiones participativa y la acción colaborativa, con el resultado de un medio ambiente más saludable en mar y tierra.